Divorcio Sano IV: Amor en pareja

No me resisto a terminar esta serie de entradas en las que hablo de rupturas y divorcio sin hablar, a modo de cierre, del amor en pareja.

Me gusta mucho abordar este tema recurriendo a la visión que sobre este punto nos enseña la cultura y religión del Antiguo Egipto. Como sabemos, la manera que los egipcios tenían para escribir era el jeroglífico. Es muy interesante observar que el jeroglífico del amor en pareja es un arado de mano. El mensaje, en este sentido es claro: si quieres cosechar dobla el lomo, trabaja a diario y solo entonces, existirá la posibilidad de que la cosecha llegue. El mensaje es pues: la pareja, su éxito entendido en términos de perduración, de convivencia en amor, es una conquista que se alcanza con dedicación, entrega y trabajo diario.

En este sentido, el cuidado mutuo, la paciencia, el respeto, la tolerancia, la comprensión, la aceptación, proteger la confianza, los espacios y vías de comunicación, el tiempo de calidad, la pasión, la entrega, etc. son fundamentales. Todo ello siempre con la capacidad de mantener la propia identidad, de evolucionar a nivel personal siendo capaz de trasladar esa evolución al ámbito de la pareja entiendo que el paso de los años supondrá que las tres entidades que componen la pareja, tienen que evolucionar y que cada una de ellas puede hacerlo de manera inesperada. Es por ello que se torna en muy importante el respeto al momento de cada cual, <<manteniendo el foco puesto en la propia evolución y crecimiento>>.

Seguro que tienes claro que una pareja es “cosa de tres”: yo, él/ella y la unidad que formamos ambos/ambas y debemos tener el ojo puesto en las tres entidades.

Y es que la relación se construye entre ambos miembros y es el escenario ideal para vivir, evolucionar y crecer. Pero para poder nutrirnos de ella, debemos nutricionarla antes y será fruto de ese ejercicio que tengamos a nuestra disposición unos elementos u otros.

A mí personalmente me parece que la vida en pareja, el éxito de esta, es un hermoso reto vital, que no debe ser entendido como el único modelo de vida, pero que recoge perfectamente ese ideal de vida activa, llena de retos y de oportunidades de crecimiento personal. La soltería no es la única, ni necesariamente la mejor vía para alcanzar una vida plena. Como la pareja no debe de ser la única opción,  en cualquier caso, si crees en la pareja mi recomendación es que trates siempre de protegerla, de alimentarla, de resolver cada fase y situación como un reto desde el amor y nos desde el conflicto y si finalmente llega el momento de tomar la decisión de poner fin a este, que el mismo amor sea el que guíe el proceso, por respeto a lo que fue, a lo que es y a lo que puede volver a ser.

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