
Hace ya algún tiempo, hablando con mi amiga Gloria, la escuché reflexionar sobre una idea que me pareció poderosísima y sobre la cual se cimienta gran parte de mi trabajo: <<la libertad es una conquista>>.
Si extrapolamos esta idea a la vida en general, vemos que todo lo que conseguimos es una conquista que se alcanza con la acción en función de los recursos que tenemos a nuestra disposición y las propias disposiciones de lo externo a cada cual y sobre las que no siempre podremos intervenir.
Piensa un instante en esta idea: en función de los recursos de toda índole que una persona tenga a su disposición podrá enfrentar de una manera y otra os distintos retos que se le vayan encontrando. En la medida en que vaya transcurriendo la vida, la propia vida y nuestra búsqueda, nos planteará retos que exigirán capacidades y recursos por nuestra parte. Puede ocurrir que los tengamos o puede ocurrir que no.
En la práctica, ¿esto qué quiere decir?
Quiere decir que para llevar una vida adaptativa, de éxito, una vida con sentido, necesitamos desarrollar y adquirir todas las habilidades, conocimientos y recursos que sean necesarios en función de la empresa que queramos alcanzar.
La buena noticia es podemos trabajar para adquirir aquello que no tenemos y que nos impide avanzar, dentro de unos límites que marca nuestra propia naturaleza, nuestros talentos, los propios condicionantes externos (clima, economía, política, etc.),
En este sentido, cabe recordar a Doménico Duaddi cuando proponía cómo dimensiones del ser humano las cuatro que siguen: espiritual, mental, material y física. Efectivamente, en la medida en que una persona cuente, como decía, con los recursos y habilidades/conocimientos necesarias en cada una de esas dimensiones, podrá ir realizando sucesiva conquistas que le posibilitarán alcanzar esa meta que se ha propuesto.
Lo podríamos resumir en la siguiente afirmación:
¿Quieres alcanzar algo? Mira qué necesitas para ello, trabaja para alcanzar los medios, recursos, habilidades y conocimientos necesarios y pasa a la acción.
Lo cierto que es que en acción ya estamos, pero suele ocurrir que esa acción no es consciente ni está dirigida por un plan prediseñado en función de una búsqueda sincera. Y cuando lo está puede ocurrir que ese plan no esté de acuerdo con la naturaleza de cada cual, con aquello que le da sentido a su vida, con sus talentos, con lo más profundo de su esencia. De esta manera el escenario vital, es un escenario de crecimiento inútil, esfuerzo y sacrificio. Se crece sí, pero en qué dirección; el esfuerzo será continuado, pero sin el resultado anhelado y por supuesto, con un nivel de desgaste que supondrá el pago de un elevado coste que puede llegar incluso a suponer un sacrificio doloroso.
Puestos a estar en acción, te invito a pensar, ¿sería más interesante poner todo ese esfuerzo al servicio de los talentos personales y en la dirección adecuada?
Pero claro, podrías responderme, ¿cuál es la dirección adecuada?
De todas las conquistas que una persona puede anhelar, la que a mí más horas de reflexión y trabajo me ocupa es la de la LIBERTAD. Estoy absolutamente convencido de que el verdadero éxito, hacer de la vida una historia digna de ser contada, vivir según tu gran sueño, encontrar el sentido de la vida y vivir según él, solo es posible desde el ejercicio de la Libertad.
Es cierto que nacemos libres, pero vamos perdiendo libertad con el paso de los años, con la inclusión en la sociedad, con la adquisición de miedos, con la cesión que hacemos a la presión de los “otros significativos” de quienes aprendemos y con quienes nos identificamos, pero el precio que pagamos es la libertad… podríamos enumerar muchos factores más que suponen el menoscabo de nuestra Libertad.
Para mí conquistar el ejercicio de esa libertad (reconquistar) supone romper las cadenas que nos aferran a nosotros mismos y a los demás. Romper con nuestros lastres personales (miedos, emociones desajustadas, ignorancia, falta de juicio moral, enfermedad, pensamientos limitantes, falta de recursos materiales, vacío transcendental, etc.) supone liberarnos de todo aquello que nos impide medrar.
Es precisamente desde esta conquista, desde donde podremos mirar a la vida con los ojos de quien solo tiene una intención: vivir según aquello que le da sentido a la vida.
¿Quieres vivir esa vida?
Trabaja para ello, trabaja en aquellas áreas de ti que aun están por desarrollar y, desde esa conquista, sigue alcanzando nuevas conquistas que te abrirán nuevos escenarios de libertad y nuevas conquistas.
Con todo lo que necesitas a tu disposición, podrás vivir según aquello que le da sentido a tu vida porque el tiempo, el dinero, la enfermedad, la ignorancia, el miedo, etc. ya no serán para ti un problema y tu verdadera naturaleza te permitirá obrar en paz y en consonancia con los más altos valores de Amor, Belleza, Ternura y Compasión.