Sal del mar


Ama cada paso que das porque la vida es dar pasos, da igual el sol, la lluvia, el calor o el frío… la vida es dar pasos y que esos pasos te conduzcan a ese lugar al cual quieres llegar. Por el camino aparecen personas, lugares y días; personas que llegan, personas que van, lugares que captan nuestra atención y otros que son solo lugares de paso… días que nos empeñamos en llamar buenos y días que nos empeñamos en llamar malos días. Y nada de eso es cierto, es todo un juicio que hacemos porque la vida es, ante todo, juzgar inconscientemente y olvidar que vivimos para algo más que solo vivir una sucesión de personas, lugares y días.

Sal del mar que te confunde, que te abriga hasta que te duerme y te acoge en su engañosa realidad. Toma consciencia o la vida será el resultado de una sucesión de juicios que nacen por sí mismos sin mayor pretensión que juzgar por juzgar. Sal del mar, camina y podrás volver al mar siendo otra persona viviendo el mar de verdad.

Para ello debes ejercer tu libertad, liberarte de las cadenas que te aferran a ti mismo, a los demás, a la sociedad y sus dictámenes, a tus carencias y a tus limitaciones. La vida es ante todo, dejar de ser “yo” y dar pasos en los que las personas son personas, los lugares son lugares y los días, son días y yo soy, por fin, un ser consciente.

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